El 4 de noviembre pasado cambié radicalmente mi imagen.
Tras el recital de los Beastie Boys, sueldo en mano, enfilé hacia Roho y, a tijeretazos limpios, me convertí en otro.
Muchos fueron los comentarios sobre este nuevo "look", algunos por demás franeleros y otros muy irónicos.
¿De cómo se puede llegar a aparecer en un diario por un corte de pelo?.
Bueno, así puede ser...
Domingo 19 de noviembre de 2006 - Suplemento Domingo / Sección El Espía - Diario Perfil.
Cada cual en la suya
El Comité Nacional de la UCR estuvo el martes pasado en ebullición como pocas veces en los últimos tiempos. Sin embargo, pocos fueron los que estuvieron al tanto de lo sucedido. Mientras en el primer piso del edificio de la calle Hipólito Yrigoyen Roberto Iglesias redactaba su renuncia, en la planta baja no dejaban de ingresar personas interesadas en escuchar la charla que Aldo Neri, Tomás Bulat, Eduardo Santín y Aldo Isuani dieron previamente a la presentación del libro La cuestión social y la reforma de la seguridad social. Fue a las 18.30: en un lugar comenzaba la conferencia y en el otro Iglesias dejaba su renuncia ante la mesa ejecutiva del comité. Luego bajó las escaleras y antes de escabullirse en silencio ensayó una sonrisa para un trabajador que le pidió explicaciones de su renuncia ya que días atrás se había cortado el pelo haciendo caso a los mandatos implícitos del mendocino.
jueves, noviembre 30, 2006
miércoles, noviembre 29, 2006
En el eter 2
"Hoy es 29 y no soy amigo de ningún cajero automático sensible". (Oyente de Radio Portatil - FM Rock & Pop - 7.29 am)
martes, noviembre 28, 2006
Nos quedamos en casa???
El domingo pasado, tras un gran casamiento, me dispuse a leer los diarios que llegan hasta mi domicilio. Este privilegio, me encanta leer mientras en mi casa todos duermen, suele traerme disgustos, alegrías y sinsabores. En la tapa del gran diario argentino descubro que hay proyectos para encarecer el peaje de acceso a la Ciudad de Buenos Aires si uno viaja solo.
¿Encarecer el peaje?. Yo ya me había referido al tema de los peajes en el post "Un día con mi auto".
Demás está decir la indignación que me causó esta noticia que se repitió en el Diario La Razón.
Por la noche, mientras cenabamos con mi familia, pudimos "disfrutar" del informe de Telenoche sobre cómo viajamos en tren, con una excelente comparación con las medidas de seguridad que se imponen al transporte de ganado.
Muy bien, criado en la zona oeste del Gran Buenos Aires conozco a la perfección lo que significa subirse al Sarmiento y no saber se uno va a poder bajar en la estación de destino. Sé de miles de historias de apretujones, golpes, choreos, manoseos, accidentes, muertes, etc, que no son leyendas urbanas sino tristes realidades.
Gracias a los arbitritos de la vida pude comprarme un auto, pero en determinado momento decidimos junto a mi mujer viajar a nuestros trabajos en los llamados "charters" dado que económicamente nos significaba más barato que utilizar el auto y nos ahorraba disgustos en el tránsito.
El charter se ha vuelto un gran negocio dado que para la clase media es una solución que evita soportar trenes, colectivos y subtes con grandes deficiencias horarias y de calidad. Esto lo sabe el "empresariado del charter" que cada tres o cuatro meses incrementa el abono mensual (cuando empecé a viajar pagaba $120 por mes y el último aumento lo llevaron a $ 200 - ida y vuelta).
Este gran servicio también tiene sus desventajas, dado que yo nunca llegué a saber si realmente si los micros estaban habilitados para realizar esos viajes. También los horarios dependen de muchísimos factores (cortes de calles, inspecciones, desperfectos mecánicos, etc.)
Por todo esto lo dejé.
Decidí, junto a mi mujer, que antes de regalarle $ 400 pesos por mes a un servicio malo, los ponía en el auto y viajabamos cómodos, con nuestros horarios.
Cómo justificadamente se quejan los usuarios de la ex línea Sarmiento, también produce estress el uso de la autopista concesionada AUSA. En el horario que viajo es casi un "Camel Trophy" llegar a la unión de las autovías Dellepiane y 25 de Mayo, donde el embudo provocado por esa unión genera y hace producir las más insólitas maniobras.
Camiones, colectivos, charters, autos luchan por un espacio que no respeta carriles, velocidades y modales.
La velocidad es de 0,5 kilómetros por hora y el tiempo perdido allí puede alcanzar los 30 minutos. Eso sí, el peaje siempre lo cobran, desconociendo todo tipo de ley y regulación.
En las autopistas tampoco hay control.
¿Encarecer el peaje?. Yo ya me había referido al tema de los peajes en el post "Un día con mi auto".
Demás está decir la indignación que me causó esta noticia que se repitió en el Diario La Razón.
Por la noche, mientras cenabamos con mi familia, pudimos "disfrutar" del informe de Telenoche sobre cómo viajamos en tren, con una excelente comparación con las medidas de seguridad que se imponen al transporte de ganado.
Muy bien, criado en la zona oeste del Gran Buenos Aires conozco a la perfección lo que significa subirse al Sarmiento y no saber se uno va a poder bajar en la estación de destino. Sé de miles de historias de apretujones, golpes, choreos, manoseos, accidentes, muertes, etc, que no son leyendas urbanas sino tristes realidades.
Gracias a los arbitritos de la vida pude comprarme un auto, pero en determinado momento decidimos junto a mi mujer viajar a nuestros trabajos en los llamados "charters" dado que económicamente nos significaba más barato que utilizar el auto y nos ahorraba disgustos en el tránsito.
El charter se ha vuelto un gran negocio dado que para la clase media es una solución que evita soportar trenes, colectivos y subtes con grandes deficiencias horarias y de calidad. Esto lo sabe el "empresariado del charter" que cada tres o cuatro meses incrementa el abono mensual (cuando empecé a viajar pagaba $120 por mes y el último aumento lo llevaron a $ 200 - ida y vuelta).
Este gran servicio también tiene sus desventajas, dado que yo nunca llegué a saber si realmente si los micros estaban habilitados para realizar esos viajes. También los horarios dependen de muchísimos factores (cortes de calles, inspecciones, desperfectos mecánicos, etc.)
Por todo esto lo dejé.
Decidí, junto a mi mujer, que antes de regalarle $ 400 pesos por mes a un servicio malo, los ponía en el auto y viajabamos cómodos, con nuestros horarios.
Cómo justificadamente se quejan los usuarios de la ex línea Sarmiento, también produce estress el uso de la autopista concesionada AUSA. En el horario que viajo es casi un "Camel Trophy" llegar a la unión de las autovías Dellepiane y 25 de Mayo, donde el embudo provocado por esa unión genera y hace producir las más insólitas maniobras.
Camiones, colectivos, charters, autos luchan por un espacio que no respeta carriles, velocidades y modales.
La velocidad es de 0,5 kilómetros por hora y el tiempo perdido allí puede alcanzar los 30 minutos. Eso sí, el peaje siempre lo cobran, desconociendo todo tipo de ley y regulación.
En las autopistas tampoco hay control.
viernes, noviembre 24, 2006
No me falla el minuto a minuto
Este blog está teniendo cada vez menos visitas. Obviamente que no me pregunto el porqué, ya lo sé. No pretendo cambiar la estrategia de marketing sólo porque no lo lea nadie, dado que tengo la firme convicción que este espacio, como todos los blogs y derivados, sirven para la catarsis de algún tipo de frustración que nuestra psiquis tiene en algún lugar.
Desde aquí no se generará ningún libro, Diario de Ayer no tendrá nunca un espacio o comentario en el amplio abanico de medios de comunicación nacionales e internacionales.
Nunca nadie dejará un comment tipo: "excelente post". Nunca leerán "120 comments".
Por todo ello, me veo en la necesidad de escribir que, si alguien llegó a leer hasta esta línea, que abandonen este Blog. Nunca encontrarán nada que les interese. Es hueco, frio y pedorro.
Por todo esto, en contra posición de las generales de la ley, buscaré seguir colmándolo de cosas que ya todos saben. De cosas que leí en algún lugar que ya leyó alguien primero que yo.
Esto no significa un abandono.
Significa que me resigno a la realidad de los días y a la poca creatividad que se apoderó de mi ser sin que yo pueda rechazarla, que se metió en mis huesos y carcomió todo tipo de talento que pudiera desarrollar.
Lamentablemente soy yo.
No tengo otra alternativa.
Desde aquí no se generará ningún libro, Diario de Ayer no tendrá nunca un espacio o comentario en el amplio abanico de medios de comunicación nacionales e internacionales.
Nunca nadie dejará un comment tipo: "excelente post". Nunca leerán "120 comments".
Por todo ello, me veo en la necesidad de escribir que, si alguien llegó a leer hasta esta línea, que abandonen este Blog. Nunca encontrarán nada que les interese. Es hueco, frio y pedorro.
Por todo esto, en contra posición de las generales de la ley, buscaré seguir colmándolo de cosas que ya todos saben. De cosas que leí en algún lugar que ya leyó alguien primero que yo.
Esto no significa un abandono.
Significa que me resigno a la realidad de los días y a la poca creatividad que se apoderó de mi ser sin que yo pueda rechazarla, que se metió en mis huesos y carcomió todo tipo de talento que pudiera desarrollar.
Lamentablemente soy yo.
No tengo otra alternativa.
jueves, noviembre 23, 2006
Con estas primicias!!
El el Suplemento positivista NO de Página 12 de hoy se publicó una entrevista al bajista de New Order que se realizó previamente al show de la banda en el Personal Fest.
Hook tira que ese yo podría haber sido el último de los ingleses por un largo tiempo. Ups!!. No asistía a recitales desde hacía unos cuantos meses. En uno terminé en la Carta de la Cruz Roja. Ahora me entero que al último que fui, se separa la banda!!.
Dios. Sólo desgracias!!!.
Hook tira que ese yo podría haber sido el último de los ingleses por un largo tiempo. Ups!!. No asistía a recitales desde hacía unos cuantos meses. En uno terminé en la Carta de la Cruz Roja. Ahora me entero que al último que fui, se separa la banda!!.
Dios. Sólo desgracias!!!.
miércoles, noviembre 22, 2006
martes, noviembre 21, 2006
lunes, noviembre 20, 2006
Después del finde
Lunes otra vez.
Empecé una semanita que me gustaría no existiera.
El sábado junto a mi mujer y amigos fuimos a la segunda jornada del Personal Fest, donde sólo vi los shows de The Bravery y New Order.
El comentario generalizado fue que la voz del lider de los bravery era idéntica a la de Robert Smith (para mi regocijo).
New Order dio un show muy correcto, donde los asistentes disfrutaron más cuando se ponían más marchozos. Si tuviera ganas criticaría un poco el sonido y daría mayores detalles del espectáculo, pero sinceramente no he logrado que me paguen nunca por comentar un recital y me cansé de hacerlo gratuitamente (si no fueron lean algún diario!!!)
Ya decía que la semana viene movida. Para mañana tenía un almuerzo bastante importante y, dadas las circunstancias laborales (totalmente ajenas a mí!!) debía suspender mi asistencia.
En primer lugar llamé a la persona que muy gentilmente hizo los contactos para mi participación del almuerzo para avisarle que no podría ir.
Que pasó entonces!!. Vía mail me llegó nueva invitación para ir a cenar esta noche con casi la misma gente a un lugar muy, pero muy top.
Espero tener éxito, sino la corrida para empilcharme no tendrá sentido.
Gracias por escucharme, acá es todo silencio.
Empecé una semanita que me gustaría no existiera.
El sábado junto a mi mujer y amigos fuimos a la segunda jornada del Personal Fest, donde sólo vi los shows de The Bravery y New Order.
El comentario generalizado fue que la voz del lider de los bravery era idéntica a la de Robert Smith (para mi regocijo).
New Order dio un show muy correcto, donde los asistentes disfrutaron más cuando se ponían más marchozos. Si tuviera ganas criticaría un poco el sonido y daría mayores detalles del espectáculo, pero sinceramente no he logrado que me paguen nunca por comentar un recital y me cansé de hacerlo gratuitamente (si no fueron lean algún diario!!!)
Ya decía que la semana viene movida. Para mañana tenía un almuerzo bastante importante y, dadas las circunstancias laborales (totalmente ajenas a mí!!) debía suspender mi asistencia.
En primer lugar llamé a la persona que muy gentilmente hizo los contactos para mi participación del almuerzo para avisarle que no podría ir.
Que pasó entonces!!. Vía mail me llegó nueva invitación para ir a cenar esta noche con casi la misma gente a un lugar muy, pero muy top.
Espero tener éxito, sino la corrida para empilcharme no tendrá sentido.
Gracias por escucharme, acá es todo silencio.
jueves, noviembre 16, 2006
Ya no puedo V
Obviamente, tras descargar un poco de desequilibrio mental en el post anterior, sigo lo que viene de aquí.
La comisaría estaba ubicada entre la Iglesia Medalla Milagrosa y una casa de artículos para el hogar que, desde la inauguración del hipermercado francés, entró en decadencia. El comisario Ibarra estaba en su escritorio, pensativo y prestaba poca atención a lo que podía estar ocurriendo en su Villa Tesei natal.
El día había sido tranquilo y solo restaba pasar las últimas cinco horas que lo pondrían nuevamente en su casa. La oficina estaba cubierta del humo de sus cigarrillos negros y un par de botellas de gaseosa decoraban el escritorio en donde de vez en cuando apoyaba los pies. En su mente seguía flotando la idea del retiro para dedicarse a otra cosa. Pero a los cuarenta años era difícil encontrar otro trabajo, y más si uno era retirado de la temida y nunca bien vista Policía Bonaerense.
Casi ni escuchó la radio avisando del accidente. Pero se sobresaltó cuando entró, sin golpear la puerta, a la oficina el cabo Martínez.
- Disculpe Comisario, hubo un choque enfrente de Carrefour. Parece que hay heridos.
- Puta madre, estos pendejos todos los domingos se matan con las corridas. Espéreme que voy con ustedes.
- No es necesario jefe, tenemos bastante personal.
- Le dije que voy con ustedes!!!
Si…. Señor.
Estaba claro que el comisario Ibarra no se ocupaba personalmente de estas pequeñeces y que su grito dejó al cabo mal parado pensando que mierda le pasaba a este comisario arrepentido. Sin averiguar por qué Ibarra lo quería acompañar, Martínez salió del despacho transpirando ira.
Ni él mismo sabía por que quería ir a un típico accidente de tránsito, pero quería ir y eso era suficiente motivo para descargar su poder sobre sus subordinados. Se puso la chaqueta del uniforme, se acomodó el pelo para colocarse la gorra y antes de salir se detuvo unos segundos a mirar la foto que decoraba uno de los estantes de su oficina. En ella se encontraban, muy sonrientes, sus dos hijas y su esposa. Miriam y Marisa, de 18 y 16 años relucían de una felicidad que ningún accidente de mierda podía empañar. Su esposa, esa mujer que lo supo acompañar en sus 21 abriles de matrimonio, empezaba a mostrar las primeras arrugas en su rostro, pero seguía tan hermosa como siempre. Abrió la puerta y partió hacia el lugar donde algo le haría cambiar la forma de pensar.
La comisaría estaba ubicada entre la Iglesia Medalla Milagrosa y una casa de artículos para el hogar que, desde la inauguración del hipermercado francés, entró en decadencia. El comisario Ibarra estaba en su escritorio, pensativo y prestaba poca atención a lo que podía estar ocurriendo en su Villa Tesei natal.
El día había sido tranquilo y solo restaba pasar las últimas cinco horas que lo pondrían nuevamente en su casa. La oficina estaba cubierta del humo de sus cigarrillos negros y un par de botellas de gaseosa decoraban el escritorio en donde de vez en cuando apoyaba los pies. En su mente seguía flotando la idea del retiro para dedicarse a otra cosa. Pero a los cuarenta años era difícil encontrar otro trabajo, y más si uno era retirado de la temida y nunca bien vista Policía Bonaerense.
Casi ni escuchó la radio avisando del accidente. Pero se sobresaltó cuando entró, sin golpear la puerta, a la oficina el cabo Martínez.
- Disculpe Comisario, hubo un choque enfrente de Carrefour. Parece que hay heridos.
- Puta madre, estos pendejos todos los domingos se matan con las corridas. Espéreme que voy con ustedes.
- No es necesario jefe, tenemos bastante personal.
- Le dije que voy con ustedes!!!
Si…. Señor.
Estaba claro que el comisario Ibarra no se ocupaba personalmente de estas pequeñeces y que su grito dejó al cabo mal parado pensando que mierda le pasaba a este comisario arrepentido. Sin averiguar por qué Ibarra lo quería acompañar, Martínez salió del despacho transpirando ira.
Ni él mismo sabía por que quería ir a un típico accidente de tránsito, pero quería ir y eso era suficiente motivo para descargar su poder sobre sus subordinados. Se puso la chaqueta del uniforme, se acomodó el pelo para colocarse la gorra y antes de salir se detuvo unos segundos a mirar la foto que decoraba uno de los estantes de su oficina. En ella se encontraban, muy sonrientes, sus dos hijas y su esposa. Miriam y Marisa, de 18 y 16 años relucían de una felicidad que ningún accidente de mierda podía empañar. Su esposa, esa mujer que lo supo acompañar en sus 21 abriles de matrimonio, empezaba a mostrar las primeras arrugas en su rostro, pero seguía tan hermosa como siempre. Abrió la puerta y partió hacia el lugar donde algo le haría cambiar la forma de pensar.
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Ya no puedo
Días infelices
Es casi una pesadilla.
Mientras intentaba reponerme de la búsqueda infructuosa de un cargado imprescindible para mi labor, imaginaba el futuro.
Llovía con trueno, conjunción placentera en alguna otra circunstancia, y no sabía donde estaba mi norte.
Desde el martes tengo esa extraña sensación que no puedo describir y que se mantiene hasta hoy sin lograr superarla.
Una de las ideas que se me ocurrió, digna de ser analizada por un especialista, era la de matarme.
No quitarme la vida, hay demasiado aquí para tomar una resolución tan estúpida.
Quiero matar mi nombre.
Nominarme de otra forma.
Liquidar al que fuí y nacer nuevamente en otro ser.
Esa tamaña idea, más allá de su discutible estupidez, no desapareció.
Unos días tristes.
Demasiado tristes.
Mientras intentaba reponerme de la búsqueda infructuosa de un cargado imprescindible para mi labor, imaginaba el futuro.
Llovía con trueno, conjunción placentera en alguna otra circunstancia, y no sabía donde estaba mi norte.
Desde el martes tengo esa extraña sensación que no puedo describir y que se mantiene hasta hoy sin lograr superarla.
Una de las ideas que se me ocurrió, digna de ser analizada por un especialista, era la de matarme.
No quitarme la vida, hay demasiado aquí para tomar una resolución tan estúpida.
Quiero matar mi nombre.
Nominarme de otra forma.
Liquidar al que fuí y nacer nuevamente en otro ser.
Esa tamaña idea, más allá de su discutible estupidez, no desapareció.
Unos días tristes.
Demasiado tristes.
lunes, noviembre 13, 2006
A confesión de partes...
En la intimidad de Olivos, la primera dama se hizo oír. "En los primeros dos años, cambiamos la Corte Suprema, pagamos la deuda al FMI y ganamos las elecciones de 2005; luego nos olvidamos de la gente, no hay gestión y nos dedicamos a hacer política con los impresentables. Mejor que empecemos a cambiar...", le asestó la primera dama al propio Kirchner.
Cristina K dixit.
Cristina K dixit.
miércoles, noviembre 08, 2006
24 Horas contra la censura en Internet
Votá contra la censura en la Red en Periodistas sin Fronteras
En el eter
Cada mañana es una semi lucha. Tenemos un viaje de 45 minutos desde casa al laburo.
El auto cuenta con una radio con CD, pero la ansiedad periodística gana la batalla y, ni bien enciendo el motor recorro el dial.
Nunca me acostumbré a las AM, pero algunas veces las escucho. En FM, el horario matinal tiene variedad y algunos programas resultan interesantes, no por el contenido, sino por la imitación.
Venía escuchando regularmente "El exprimidor", pero la geta de mi mujer se transformaba en culo por mi autoritarismo a la hora de elegir la radio a escuchar.
Para democratizar la situación le sugerí una radio, Vale del grupo perteneciente a Daniel hadad. Yo reconozco que soy muy ecléctico al elegir la música que me gusta, pero el programador de esta emisora creo que me supera a lo grande.
El primer tema que sonó al sintonizar el 97.5 fue "Por Mirarte", Calamaro de su disco homónimo. Sin intervalo metieron a Ricardo Montaner!?, para luego imponer una canción de Rosana...
En plena agonía auditiva suspiro al escuchar los primeros acordes de "Me siento mucho mejor" de Charly. Inmediatamente y sin ninguna advertencia me gatillan desde Vale con un temita de Basilos, para terminar de liquidarme con un tema de Sandra Mihanovich.
Sumido en el estupor musical, manejé hasta el laburo de mi mujer tratando de ignorar lo que sonaba. Dura prueba de superar sintonizar Vale.
El auto cuenta con una radio con CD, pero la ansiedad periodística gana la batalla y, ni bien enciendo el motor recorro el dial.
Nunca me acostumbré a las AM, pero algunas veces las escucho. En FM, el horario matinal tiene variedad y algunos programas resultan interesantes, no por el contenido, sino por la imitación.
Venía escuchando regularmente "El exprimidor", pero la geta de mi mujer se transformaba en culo por mi autoritarismo a la hora de elegir la radio a escuchar.
Para democratizar la situación le sugerí una radio, Vale del grupo perteneciente a Daniel hadad. Yo reconozco que soy muy ecléctico al elegir la música que me gusta, pero el programador de esta emisora creo que me supera a lo grande.
El primer tema que sonó al sintonizar el 97.5 fue "Por Mirarte", Calamaro de su disco homónimo. Sin intervalo metieron a Ricardo Montaner!?, para luego imponer una canción de Rosana...
En plena agonía auditiva suspiro al escuchar los primeros acordes de "Me siento mucho mejor" de Charly. Inmediatamente y sin ninguna advertencia me gatillan desde Vale con un temita de Basilos, para terminar de liquidarme con un tema de Sandra Mihanovich.
Sumido en el estupor musical, manejé hasta el laburo de mi mujer tratando de ignorar lo que sonaba. Dura prueba de superar sintonizar Vale.
lunes, noviembre 06, 2006
Casi todo
El viernes pasado, gracias al empuje de mi mujer, asistí "casi" integramente al Bue.
¿por qué "casi"?. Ahí va.
Salí temprano del laburo, tipo 16.30, para no perderme ni una sola banda.
Al entrar al Club Ciudad de Buenos Aires, podía contar con los dedos de una mano a los allí presentes. No me importaba, el ticket constó cien mangos y lo iba aprovechar a full.
Jean, remerita y buzito era todo mi ropaje.
Casi puntualmente comenzó a tocar en el Tent El mató a un policía motorizado, de los cuales no había escuchado nada y simplemente me dedique a apreciar la formación musical muy a pesar de las graves deficiencias del sonido.
Al finalizar, camino sin apuro al Main Stage y ya estaba tocando Dios los cria. Uff, que viejo estaré que no me movieron un pelo. Me pareció escuchar algo demasiado lavado, muy ajustadito, muy pop.
Paso inmediato decidí hacer caso al consejo de mi jermu y no escatimar en gastos. Compré una hamburguesa a "cinco" mangos!!!. Pan y carne berreta.
Vuelta al Trent para escuchar a Interama. Muy moderno. No me gustó ni un poquitito. (Será porque ya no compro la Inrockuptibles??).
Ya por ese entonces estaba ansioso por la llegada de mi hermana coqui, que había sacado la entrada para acompañarme.
En el escenario principal le tocaba el turno al primer grupo internacional, Elefant. El cantante Diego García, seudo argento, la hizo bien utilizó su origen para comprar al público, haciendo subir a 5 ninfas a hacer coros, tirando 2 pelotas de fútbol a la muchachada y cerrando con un tema de los Ramones. OK. Pasables y, como escuché a mi alrededor, son muy Strokes.
Casi al final de este show llegó mi hermana y respiré al poder hablar con alguien.
Juntos fuimos al Trent a ver a Vetamadre, bue, es un decir dado que escuchamos un poco y no nos gustó nada.
Baño y nueva hamburguesa, ya con mucho frío y a esperar el número de Patti Smith con cero espectativa.
El predio ya estaba bastante poblado y no era tan fácil llegar hasta lo más próximo al escenario. Lo de Smith pudo no gustarme pero estuvo bien. Se la jugó e hizo bailar a muchos, pero cabe la duda si era por la muy baja temperatura.
Nuevamente al Trent y, por fín, algo que tenía ganas de ver, Iluminate, hip hop argento. Debo decir que me gustó, en algún momento llegaron a ser 6 MC´s a la vez. Lujo para mi gusto, subió Guille Bonetto cafre a cantar. Muy buen show.
Y sí, casi llegando a las 23.30 estaba por ver un show que había pospuesto desde hacía 11 años, cuando no los pude ver en su primera visita, el Main estaba hasta las manos.
Ni bien se apagaron las luces, el Dj de los Beastie Boys hizo explotar a la muchachada.
Demás está decir que, con Sure Shoot, primer tema, se armó un gran pogo al cual fuí invitado sin querer.
Segundo tema y...No!!. Me empecé a sentir mal. Sentía que me desmayaba. Tercer tema y ... manoteé a mi hermana pidiéndole que me saque.
Vaso de gaseosa, Cruz Roja, Baja Presión.
Seguía sintiendo un frío enorme, no podía parar de temblar, pero quería seguir viendo el show. Volví a la cancha y, sin dejar de temblar sentí la primera náusea. Adios hamburguesas. Hola, nuevamente, Cruz Roja.
Esta vez participó un médico que sentenció, Hipotermia.
Duro de convencer, me marché nuevamente a ver el show. Terminó y yo seguía temblando.
Puedo decir que vi casi todo el Bue. Todavía suena Savotage en mis oídos, mientras no dejo de temblar.
¿por qué "casi"?. Ahí va.
Salí temprano del laburo, tipo 16.30, para no perderme ni una sola banda.
Al entrar al Club Ciudad de Buenos Aires, podía contar con los dedos de una mano a los allí presentes. No me importaba, el ticket constó cien mangos y lo iba aprovechar a full.
Jean, remerita y buzito era todo mi ropaje.
Casi puntualmente comenzó a tocar en el Tent El mató a un policía motorizado, de los cuales no había escuchado nada y simplemente me dedique a apreciar la formación musical muy a pesar de las graves deficiencias del sonido.
Al finalizar, camino sin apuro al Main Stage y ya estaba tocando Dios los cria. Uff, que viejo estaré que no me movieron un pelo. Me pareció escuchar algo demasiado lavado, muy ajustadito, muy pop.
Paso inmediato decidí hacer caso al consejo de mi jermu y no escatimar en gastos. Compré una hamburguesa a "cinco" mangos!!!. Pan y carne berreta.
Vuelta al Trent para escuchar a Interama. Muy moderno. No me gustó ni un poquitito. (Será porque ya no compro la Inrockuptibles??).
Ya por ese entonces estaba ansioso por la llegada de mi hermana coqui, que había sacado la entrada para acompañarme.
En el escenario principal le tocaba el turno al primer grupo internacional, Elefant. El cantante Diego García, seudo argento, la hizo bien utilizó su origen para comprar al público, haciendo subir a 5 ninfas a hacer coros, tirando 2 pelotas de fútbol a la muchachada y cerrando con un tema de los Ramones. OK. Pasables y, como escuché a mi alrededor, son muy Strokes.
Casi al final de este show llegó mi hermana y respiré al poder hablar con alguien.
Juntos fuimos al Trent a ver a Vetamadre, bue, es un decir dado que escuchamos un poco y no nos gustó nada.
Baño y nueva hamburguesa, ya con mucho frío y a esperar el número de Patti Smith con cero espectativa.
El predio ya estaba bastante poblado y no era tan fácil llegar hasta lo más próximo al escenario. Lo de Smith pudo no gustarme pero estuvo bien. Se la jugó e hizo bailar a muchos, pero cabe la duda si era por la muy baja temperatura.
Nuevamente al Trent y, por fín, algo que tenía ganas de ver, Iluminate, hip hop argento. Debo decir que me gustó, en algún momento llegaron a ser 6 MC´s a la vez. Lujo para mi gusto, subió Guille Bonetto cafre a cantar. Muy buen show.
Y sí, casi llegando a las 23.30 estaba por ver un show que había pospuesto desde hacía 11 años, cuando no los pude ver en su primera visita, el Main estaba hasta las manos.
Ni bien se apagaron las luces, el Dj de los Beastie Boys hizo explotar a la muchachada.
Demás está decir que, con Sure Shoot, primer tema, se armó un gran pogo al cual fuí invitado sin querer.
Segundo tema y...No!!. Me empecé a sentir mal. Sentía que me desmayaba. Tercer tema y ... manoteé a mi hermana pidiéndole que me saque.
Vaso de gaseosa, Cruz Roja, Baja Presión.
Seguía sintiendo un frío enorme, no podía parar de temblar, pero quería seguir viendo el show. Volví a la cancha y, sin dejar de temblar sentí la primera náusea. Adios hamburguesas. Hola, nuevamente, Cruz Roja.
Esta vez participó un médico que sentenció, Hipotermia.
Duro de convencer, me marché nuevamente a ver el show. Terminó y yo seguía temblando.
Puedo decir que vi casi todo el Bue. Todavía suena Savotage en mis oídos, mientras no dejo de temblar.
miércoles, noviembre 01, 2006
Días de actividad
Crecen los amigos, conocidos.
El otro día, veo por tv el desastre de "cantando por un sueño" y descubro que la coach de Sandra Ballesteros y su innoto compañero es Lorena Alvarez.
Años hermosos de secundario me llevaron a conocerla en el glorioso Dorrego de Morón.
Hubo charlas sobre Charly García recuerdo, pero me falla el cerebelo al intentar evocar si coincidimos en algún recital del procer muerto vivo de García. Recuerdo, como ya lo dije antes, sus coros en los Caballeros de la Quema, La banda de los corazones solitarios y otros grupejos de la usina musical del oeste.
Las últimas noticias que tuve de ella fueron sobre la participación de su grupo Nodisco en el Pepsi Music 2006 (por supuesto al que no fui).
No puedo definir que me produjo verla en TV. Deberá recibir buena guita y su trabajo, parece el correcto.
Hoy, al abrir el mail, también me entero que mi gran amigo Diego Mur, el negro para la muchachada del Dorrego, comienza el viernes una exposición en Fotogaleria UP - jean jaures 932 - titulada "El Ojo Blindado".
Junto al anuncio recibí un archivo adjunto con foto y crítica a cargo de Horacio Torres (total desconocido para mí, pude averiguar que se encargó como coordinador de "La Noche de los Museos")
Aquí reproduzco lo bien que habla de mi amigo:
El Voyeur del punto ciego o la teoría del reflejo
Hágase la luz. Pero también, háganse las sombras y entonces y al mismo tiempo, entramos al espacio.
No hacen falta observar detenidamente la fotografía de Diego Mur para comprender o por lo menos, intuir su perfecta rareza: la energía de las imágenes no reside tanto en sus anécdotas ni lo que ocurre sino en el modo en que nos invita a descifrar una compleja estructura espacial en sus imágenes, en sus mecanismos ocultos de construcción.
Diego no trabaja por tramas. Pero las busca y las encuentra. Trabaja con intuiciones, aprehensiones y conceptos. Frente a la naturaleza episódica de sus imágenes es imposible considerar fortuitas sus construcciones. Sus imágenes buscan ser formas narrativas con un montón de objetos que se chocan con la lente . Sus personajes y lo que les acontece a los personajes se le aparecen al mismo tiempo. Sin embargo eso no es otra cosa que un calculado intento de mantener la atención costa del sacrificio de sus búsquedas espaciales.
Sus personajes (objetos y sujetos) siempre son utilizados como iconos, como cifras, como claves a decodificar espacio. Lo particular de estas imágenes siempre complejas es que conviven con nosotros y muchas veces sin siquiera ser conscientes de ello.
Las imágenes proyectan hombres y mujeres iluminados en las calles, calles casi vacías que deforman reflejos que reflejan autos, espejos que convocan luz, brillos en superficies refractarias que sumergen al día en un deslumbramiento de luz . Mur se deslumbra y se fascina en juegos de reflejos.
Y está claro que la idea del fotógrafo como generador de todo un universo, como arquitecto reconocible que reedifica todo un paisaje urbano, sólo le pertenece a él, pero paradógicamente también a nosotros.
Su mirada nos invita lenta pero constantemente a la inmersión en una forma de conciencia en la que va desapareciendo el juego para acabar imponiéndose la posibilidad de la zozobra. Pero siempre nos deja la clave de lectura que posibilita el rescate. Que haya optado por la topografía compleja que se deconstruye y construye de forma constante, para, por fin y al fin, reencontrar el sendero que lo lleva de regreso al terreno de lo “real”, no es sino la posibilidad que las fotografías aquí expuestas trascienden toda categoría realista o fantástica.
Ajeno a toda percepción crítica, trabaja la imagen “desde adentro” y “desde afuera”. Esta percepción “espacial” de su arte, me parece, no tiene tanto que ver con el punto de vista o la ubicación de la mirada sino con el grado de compenetración con lo que el percibe en el vacío que provoca el espacio en el reflejo .
Enhebran ficciones que podían parecer lúdicas pero que, en realidad, reflejan conflictos no solo espaciales. Sus registros son la coherente lucha por habitar ese espacio ciego que el convoca.
Horacio Torres
En fín.. es una alegría enorme que grandes amigos estén en su camino. Que sus búsquedas sigan, mientras yo... bue mientras yo sigo ahí.
El otro día, veo por tv el desastre de "cantando por un sueño" y descubro que la coach de Sandra Ballesteros y su innoto compañero es Lorena Alvarez.
Años hermosos de secundario me llevaron a conocerla en el glorioso Dorrego de Morón.
Hubo charlas sobre Charly García recuerdo, pero me falla el cerebelo al intentar evocar si coincidimos en algún recital del procer muerto vivo de García. Recuerdo, como ya lo dije antes, sus coros en los Caballeros de la Quema, La banda de los corazones solitarios y otros grupejos de la usina musical del oeste.
Las últimas noticias que tuve de ella fueron sobre la participación de su grupo Nodisco en el Pepsi Music 2006 (por supuesto al que no fui).
No puedo definir que me produjo verla en TV. Deberá recibir buena guita y su trabajo, parece el correcto.
Hoy, al abrir el mail, también me entero que mi gran amigo Diego Mur, el negro para la muchachada del Dorrego, comienza el viernes una exposición en Fotogaleria UP - jean jaures 932 - titulada "El Ojo Blindado".
Junto al anuncio recibí un archivo adjunto con foto y crítica a cargo de Horacio Torres (total desconocido para mí, pude averiguar que se encargó como coordinador de "La Noche de los Museos")
Aquí reproduzco lo bien que habla de mi amigo:
El Voyeur del punto ciego o la teoría del reflejo
Hágase la luz. Pero también, háganse las sombras y entonces y al mismo tiempo, entramos al espacio.
No hacen falta observar detenidamente la fotografía de Diego Mur para comprender o por lo menos, intuir su perfecta rareza: la energía de las imágenes no reside tanto en sus anécdotas ni lo que ocurre sino en el modo en que nos invita a descifrar una compleja estructura espacial en sus imágenes, en sus mecanismos ocultos de construcción.
Diego no trabaja por tramas. Pero las busca y las encuentra. Trabaja con intuiciones, aprehensiones y conceptos. Frente a la naturaleza episódica de sus imágenes es imposible considerar fortuitas sus construcciones. Sus imágenes buscan ser formas narrativas con un montón de objetos que se chocan con la lente . Sus personajes y lo que les acontece a los personajes se le aparecen al mismo tiempo. Sin embargo eso no es otra cosa que un calculado intento de mantener la atención costa del sacrificio de sus búsquedas espaciales.
Sus personajes (objetos y sujetos) siempre son utilizados como iconos, como cifras, como claves a decodificar espacio. Lo particular de estas imágenes siempre complejas es que conviven con nosotros y muchas veces sin siquiera ser conscientes de ello.
Las imágenes proyectan hombres y mujeres iluminados en las calles, calles casi vacías que deforman reflejos que reflejan autos, espejos que convocan luz, brillos en superficies refractarias que sumergen al día en un deslumbramiento de luz . Mur se deslumbra y se fascina en juegos de reflejos.
Y está claro que la idea del fotógrafo como generador de todo un universo, como arquitecto reconocible que reedifica todo un paisaje urbano, sólo le pertenece a él, pero paradógicamente también a nosotros.
Su mirada nos invita lenta pero constantemente a la inmersión en una forma de conciencia en la que va desapareciendo el juego para acabar imponiéndose la posibilidad de la zozobra. Pero siempre nos deja la clave de lectura que posibilita el rescate. Que haya optado por la topografía compleja que se deconstruye y construye de forma constante, para, por fin y al fin, reencontrar el sendero que lo lleva de regreso al terreno de lo “real”, no es sino la posibilidad que las fotografías aquí expuestas trascienden toda categoría realista o fantástica.
Ajeno a toda percepción crítica, trabaja la imagen “desde adentro” y “desde afuera”. Esta percepción “espacial” de su arte, me parece, no tiene tanto que ver con el punto de vista o la ubicación de la mirada sino con el grado de compenetración con lo que el percibe en el vacío que provoca el espacio en el reflejo .
Enhebran ficciones que podían parecer lúdicas pero que, en realidad, reflejan conflictos no solo espaciales. Sus registros son la coherente lucha por habitar ese espacio ciego que el convoca.
Horacio Torres
En fín.. es una alegría enorme que grandes amigos estén en su camino. Que sus búsquedas sigan, mientras yo... bue mientras yo sigo ahí.
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