lunes, mayo 17, 2010

Contar para Atrás III




20, a las 18 me fumé el 20.

Y enseguida se me viene a la mente la imágen del pelotudo de la publicidad que va contando de a uno los cigarrillo que ya no fuma.

Por suerte ya no tengo el problema del vicio, los fumo todos y en el menor tiempo posible.

No me importan los dientes amarillos, de tanto café y pucho. Ni las marcas de nicotina en los dedos de la mano.

¿Me puede importar cuando, por ejemplo, me despierto a los gritos del dolor que me esta matando?.

Me pregunto cuánto tiempo podré sostener que son simples calambres.

No me gusta mentir, pero sé que la tranquilizo.

Y cuando se vuelve a dormir, me quedo pensando y esta noche será esa en la que no me voy a despertar más