En el anterior post hice gala de mi paupérrima ironía y los efectos fueron los menos esperados. Allí me mofé de los que no me habían llamado por el día de mi cumpleaños, les envié el post vía mail y prometí publicar las respuestas.
Lo que sucedió, sin quererlo, es que logré hacer enfurecer a un gran amigo que no se merecía tamaño "reproche".
No creo que pedir disculpas sea el antídoto para curar el daño ocasionado, pero quiero hacerlo público dado que jamás se me pasó por la cecera que se iba a enojar tanto(justificadamente).
Por otra parte, no puedo cumplir con la promesa de publicar las respuestas de mis olvidadizos amigos ya que no me respondieron!!!.
jueves, abril 19, 2007
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