lunes, febrero 23, 2009

Lo obvio

Iba a suceder, más tarde que temprano, que la novedad de viajar hasta el centro en tren se volvería monótona, aburrida.
Las raras, exóticas o cómicas experiencias no se suceden todos los días.
Rescato ya pocas cosas, como la no sonrisa de Francísco De Narváez, publicitando un mapa de la inseguridad pegado al anuncio del recital de Peter Murphy. Lo político y lo gótico, mezclados en una lamentable estación del Sarmiento.
Ya casi me acostumbré a la salvaje actuación de cada uno de los usurios, que no nacieron salvajes, sino que la pésima administración y servicio de este transporte público los transformó en animales, matarse a empujones para entrar a un sucio vagón sin importar quien esté adelante.
Hay pocas anécdotas, nunca ninguna, pero yo ya no las rescato.

martes, febrero 17, 2009

Si, es muy creativa


martes, febrero 10, 2009

¿Qué zapatillas Usas?

Pasan las estaciones, Morón, Haedo, Ramos...
Miro sin mirar por las ventanillas buscando encontrar por donde entra el aire. Sigo recorriendo con la vista el vagón y me detengo en el piso. Allí, es allí donde muchos encontraron un signo de pertenencia, un lugar en común.
De a pares, con distintos modelos pero con la misma insignia. La pipeta de Nike.
Los que viajan conmigo, sin querer viajar conmigo, usan zapatillas Nike. Hay verdes, blancas, rojas, negras. Muchas, demasiadas. Miro mis pies. No, no uso hoy zapatillas.
Hago economía mental y estipulo que entre los cuatro pares de mi derecha hay no menos de dos mil pesos.
Retroceso. No hay mil pesos. Con lo que habrán pagado en total por esos cuatro pares no alcanzaría para pagar un par original.
No puedo dar fe que esas zapatillas no son originales, es una mera suposición (una mera discriminación?). Creo que hay gente que se gasta o gastaría $ 500 en unas de la pipeta originales.

lunes, febrero 09, 2009

INFERNO


miércoles, febrero 04, 2009

El Chino

Las paredes tienen orejas, vuestras orejas tienen paredes, según pude averiguar aparecía pintado en la Facultad de Ciencias Políticas durante el Mayo Francés.
Lejos, muy lejos de allí, en mi recorrido ferroviario, leo las paredes que limitan las vías del Sarmiento.
Entre estación y estación, con mayor espacio desde Once hasta Liniers, aparecen pintadas políticas varias.
Con tiempo para los detalles, un viaje tedioso y caluroso en estas épocas, me permitió concluir que el autor de esas pintadas puede ser El Chino.
Su única pintada que aparece firmada el la de un ignoto señor que apoya al vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, y al actor Nito Artaza, para el 2009. Estos trabajos están realizados en rojo y blanco, colores distintivos del radicalismo.
También su caligrafía, pero esta vez en verde y blanco, impulsa a votar por la Lista Verde en las internas de noviembre pasado del gremio de ferroviarios. Las letras son iguales, el objetivo otro.
Pero, según mi parecer, El Chino también prestó su arte callejera para la izquierda. Con la consigna "Que la crisis la paguen los de arriba" la señora Vilma Ripoll invita a un acto que ya pasó, usando los mismos colores que se usaron para las pintadas a favor de Cobos.
Otro que aparece bastante es Julio Comparada, pero no creo que El Chino haya participado de esta operación. De lo que estoy seguro es que algún colega suyo está tratando de imitarle la redondes de sus letras sin mucho éxito.
Particularmente me alegro por El Chino, que ha cosechado una diversa y multisectoral clientela para su oficio. Ojalá siga entreteniendo mis traslados en tren.

martes, febrero 03, 2009

Escribir

Nos habíamos clavado en las 360 entradas y desde aquella vez nunca más me puse a escribir en el blog.
Como muchas veces, por largos períodos de tiempo, me quedo sin inspiración, motivación u tiempo para dedicarle a este espacio.
Pero me está ocurriendo algo que no me pasaba desde hacía mucho, me empezaron a aparecer temas para escribir.
No es posible encontrar una buena explicación al nuevo acceso de inspiración, pero puedo responsabilizar a mi auto.
Desde el 20 de enero se queda en casa, no lo uso para ir a trabajar, retorné a los medios públicos de pasajeros.
El tan afamado Sarmiento volvió a ser mi conexión con la Ciudad de Buenos Aires, para palear la NO inflación que hay en el país.
Creo que la decisión es válida, de gastar $ 15 pesos diarios en peajes, pasé a gastar $ 12,50 semanales viajando en tren. No cuento la nafta y el desgaste del uso del vehículo.
Eso mi inspira, viajar.
También ver las "historias" que se transportan por los rieles. No las escucho, no me las cuentan, me las imagino, con el único recurso que me dan algunos retazos de diálogos oídos de contrabando.
Los veo moverse, acomodarse y viajar. Los veo dormir, leer, jugar y bajar.
Miles, millones, casi diariamente me cruzan sin saber que los estoy observando, intentando conocer lo que no me interesa, con el único fin de amortiguar esos 40 minutos que me separan del origen al destino.
Después, seguramente, pondré alguna de las historias que me cuentan sin hablarme.