La semana pasada fue una semana difícil, el gobierno debió afrontar una herida nada deseable ante la desaparición de Julio López. 25 millones de mensajes de texto, carteles en todos los estadios, publicidades en todos los canales y un gobernador que, quizás, dijo lo que el gobierno no quería decir.
Desde el poder se vuelve, revuelve y se bocifera contra el periodismo. Obviamente los más adictos a la política que lleva este gobierno de Kirchner tomaron como suya la lucha contra los "Enemigos de la Argentina".
¿Qué pasa? Muchas respuestas pueden surgir.
Hoy por hoy no es seguro ser opositor al gobierno. Hoy por hoy no se puede hablar mal del gobierno. Hoy por hoy más vale callarse que no ser kirchnerista.
Clima enrarecido. Nada deseable.
lunes, octubre 02, 2006
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